CONSEJOS DE MANTENIMIENTO DEL TURBO: 3 consejos para aumentar el rendimiento de tu motor

Cambios de aceite irregulares, aceite incorrecto, niveles de aceite bajos o cambios de filtro de aceite atrasados. Todos estos son elementos que pueden provocar un fallo del turbocompresor. ¿Por qué? Porque los turbocompresores son notablemente susceptibles a las fluctuaciones en la lubricación y la calidad del aceite. El turbocompresor está formado por pequeñas piezas giratorias: todas ellas equilibradas con precisión y flotando sobre una fina capa de aceite de motor. Incluso pequeñas impurezas en el aceite, procedentes de otras partes del motor, pueden provocar la rotura del turbo.

Las fugas de aire, ya sea en las tuberías, el intercooler, el colector de admisión u otros, provocan un bajo rendimiento del motor. Y un bajo empuje del turbo. Cuando oigas ruidos silbantes bajo el capó, ten cuidado. Pueden estar causados por fugas entre el compresor y el colector de admisión, a consecuencia de las cuales el turbocompresor tiene que rendir mucho más. Además, forzar un turbo más allá de su potencial normal puede causar graves daños en la rueda del compresor o en otros componentes. Nuestras soluciones de diagnóstico y nuestra amplia gama de racores, colectores y mangueras son sin duda los pasos adecuados para una correcta detección de fugas y una solución adecuada.

Instalar o desmontar un turbo te puede costar mucho dinero. Además, no es nada fácil. Por eso, a veces es mejor confiar en expertos del motor para averiguar cuál es el problema. Sustituir las láminas o inspeccionar el filtro de aire te acercará mucho más a una máquina que vuelve a funcionar. Por suerte para ti, ofrecemos una amplia gama de piezas de motor, incluido todo lo que necesitas para mantener ese turbo en marcha.

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